Música para hoteles: buenas prácticas

Gestionar un hotel, un negocio que comprende varios servicios diferentes, no es una tarea fácil. Todo debe estar en orden: el catering, el servicio de habitaciones, el registro de entrada, la limpieza de las diferentes áreas, además de los problemas inesperados que pueden surgir en cualquier momento. Entre todo ello, la música de fondo puede no ser la preocupación más presente en la mente de un gerente, pero sin duda es una de las más importantes.

La música de fondo ayuda a crear ambientes y a que los clientes se sientan como en casa, algo especialmente significativo en el negocio hotelero. Teniendo en cuenta lo mucho que cuentan las primeras impresiones, no hay nada menos acogedor que el vestíbulo de un hotel en total silencio.

Elegir la mejor música para hoteles

En los espacios comunes, las emisoras favoritas del gerente suelen ser el jazz, la música clásica o la música de vestíbulo, un género en sí mismo a estas alturas. Esta música que asociamos a los hoteles prepara instantáneamente la mente de los clientes para olvidarse de sus preocupaciones y dejarse cuidar. Otros servicios compartidos del hotel tienen diferentes necesidades: poner melodías más animadas en el gimnasio siempre es una buena idea, así como optar por algo más relajado y tropical en la zona de la piscina. Los estudios demuestran que los clientes pasan un 35% más de tiempo en espacios donde suena música, lo que en términos hoteleros se traduce en algunos cócteles extra en la piscina y un postre asegurado en la zona del restaurante.

Al mismo tiempo, teniendo en cuenta las necesidades de los trabajadores -y su salud mental-, es importante mantener la variedad musical y una selección de canciones lo suficientemente amplia como para evitar que pierdan la cabeza escuchando las mismas melodías una y otra vez. Además, tampoco querrá que los tiempos de espera en el vestíbulo de su hotel se asocien a las mismas tres canciones rotatorias. El escenario ideal en este caso es una buena música de fondo procedente de emisoras largas y variadas, fáciles de alternar pero que mantengan la coherencia con una proyección unificada de la marca.

El coste del servicio de música para hoteles

La música para hoteles requiere un conjunto de derechos diferente al de la música que se reproduce en la intimidad de su hogar. SoundMachine se encarga de todo esto, con un plan de suscripción mensual que cubre los miles de dólares al año que de otro modo tendría que pagar a ASCAP, BMI, GMR y SESAC por escuchar música en espacios comunes, por tan solo 26,95 $/mes. Con cientos de emisoras que puede configurar en diferentes áreas de su negocio y gestionar desde una cuenta central, la música deja de ser un problema. Y si ya tiene una lista de reproducción favorita en Spotify que le gusta reproducir en su vestíbulo, o le gusta dejar la tarea de seleccionar la música a alguien de su confianza, puede importar sus propias listas de reproducción de servicios de música como Apple Music o Spotify de forma gratuita y escucharlas en su negocio con todos los derechos cubiertos.